Ha sido una batalla de más de nueve meses. El DAESH ha perdido pero sus yihadistas siguen ahí. Recuperar la vida cotidiana bajo su amenaza es una labor titánica.
Los combates y los bombardeos de la coalición han sido tan intensos que la ciudad vieja y muchas otras zonas de Mosul son inhabitables. Reparar las infraestructuras costará más de 1.000 millones de dólares y se tardará al menos tres años. En la foto, José Luis de la Torre graba el paso de un camión cargado de soldados iraquíes.
Un responsable del ayuntamiento me confesó que bajo las ruinas de la ciudad vieja podía haber centenares de cadáveres y que se tardará mucho tiempo en desenterrarlos. Es el primer paso para hacer la zona habitable para el regreso de los refugiados.
Amina y Saba esperan junto a su madre y su hermano, a la sobra de un vehículo militar para ser evacuadas de Mosul Este. Su padre murio cuando intentó regresar a su casa y una bomba trampa dejada por el DAESH hizo explosión. Han intentado volver al oeste pero la falta de servicios básicos les ha hecho desistir. Según la ONU, la batalla de Mosul ha causado más de 900.000 desplazados.
Reparar las relaciones entre los chiíes, mayoritarios en Irak y los suníes, en Mosul, es otro de los grandes retos. Varias organizaciones internacionales han denunciado abusos y crímenes de guerra por parte del ejérctio y de Habti Shabi, las milicias chíes. La imagen muestra una bandera con los imanes Alí, Hussein y Abbas, los tres grandes iconos del chíismo.
Mosul vive permanentemente bajo la sombra y la amenaza del DAESH. Al fondo de la foto, en un mercado de Mosul, unos agentes de polcía vienen porque se corrió la voz de que unos extranjeros que podían ser yidastas estaban tomando un te en el café Ahmed.
La razón: Fadi, nuestro productor -en primer plano- es un joven kurdo que se ha dejado la barga larga porque le gusta la moda hypster. Al ser pelirrojo, coincide con lo que podría ser un yihadista checheno del DAESH. Sus filas se nutren de muchos de ellos. Fadi fue quien tomó este selfie en la ciudad vieja en la que aparecemos todo el equipo: De la Torre, Nacho Villanueva, él y yo.
DAESH, DE MANCHESTER A MALAWI…