Soy periodista y cuando me queda tiempo, escritor. Ahora, corresponsal de Televisión Española en Oriente Próximo y antes, en Colombia, que se me quedó corta pero que llevo muy dentro. Gracias a ella conocí parte de Suramérica, a la que volveré, seguro, aunque sea de turista.

He tenido la suerte de aprender y trabajar con los mejores: Márquez, Canete, Giles, Peral…, por citar sólo a los jubilados. Ellos me enseñaron a hacer noticias en los lugares más complicados, a veces, en guerras. Me enseñaron este oficio y también que, aparte de la familia y unos cuantos amigos, lo mejor es un buen equipo y un viaje a una cobertura interesante.

Llevo en la mochila Siria, Irak, Libia, Afganistán, Líbano, Gaza, Israel, Palestina, Afganistán, Ucrania, Sudán, Darfur, Irán, Egipto y casi todo Oriente Próximo. Pero, al mirar atrás, me entristecen los relatos que no he contado por dejarlos para más tarde o porque un editor de noticias dijo que no tenía espacio en su informativo. Y ahí se quedaron esas crónicas, reportajes, vivencias propias y ajenas que, poco a poco, se diluyen en la memoria…

Me aterra convertirme en un olvidador de historias después de haber vivido de ellas y de contarlas. Por eso escribí La niña a las puertas del infierno, mi primera novela y por eso he decidido poner en marcha este blog personal. Un baúl donde guardar todo lo que no cabe en los informativos; donde reunir las coberturas hechas con los compañeros de TVE y lo que se nos quedó fuera del objetivo de la cámara. Quien quiera que lo abra, meta la mano y saque una historia.