Si a los creadores de Twitter les hubieran dicho su idea sería una de las vías de comunicación preferidas del Presidente de los Estados Unidos, posiblemente, no lo hubieran creído, pero es cierto. Tanto es así que las televisiones y periódicos de todo el mundo no quitan ojo a una cuenta que el mandatario y sus asesores usan a modo de cartel de anuncios no oficial para lanzar globos
sonda- y que, a menudo, descoloca a informadores y diplomáticos, profesionales acostrumbrados a formas más oficiales y menos heterodoxas.
Y este jueves, Trump lo ha vuelto a hacer. Era un tuit en el que decía: “¡Después de 52 años ya es hora de que Estados Unidos reconozca plenamente la soberanía israelí sobre los Altos del Golán, que es de una crítica importancia estratégica y de seguridad para el Estado de Israel y la estabilidad en la región!”. Un mensaje que hizo que gran parte de la comunidad internacional se echara las manos a la cabeza.
Israel conquistó los altos del Golán a Siria en la guerra de los seis días, en 1967 y a día de hoy, todavía los ocupa. Se trata de un territorio de gran importancia estratégica, pues domina la ruta hacia Damasco, la capital de Siria, además de las zonas más bajas de Israel, Líbano y Siria. También es de mucha relevancia económica porque su poseedor controla las fuentes del Jordán. En una región como Oriente Próximo el agua es un bien muy preciado. Por ambas razones, es un territorio coiciado que Israel se niega a abandonar. Junto a la población drusa siria que vivía allí, actualmente hay unos 20.000 colonos israelíes.
After 52 years it is time for the United States to fully recognize Israel’s Sovereignty over the Golan Heights, which is of critical strategic and security importance to the State of Israel and Regional Stability!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 21 de marzo de 2019
Según las Naciones Unidas -Resoluciones 242 y 497 del Consjejo de Seguridad – se trata de territorios ocupados por la fuerza y el portavoz adjunto de la organización, Farhan Haq, ha declarado que no ha habido cambios en el status de los Altos del Golán. China ha pedido que se respenten las resoluciones de la ONU, como la Unión Europea, que ha dicho que no reconocerá ningún cambio de Soberanía. Turquía, Rusia y la Liga Árabe, entre otros muchos, también han rechazado la idea de Trump.
Naturalmente, en la posición opuesta, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, acostumbrado ya a los regalos de Trump en momentos difíciles. Netanyahu está en plena campaña electoral para las elecciones del próximo nueve de abril y atraviesa una situación política complicada. La coalición opositora de centro izquierda, liderada por el ex jefe del Estado Mayor del ejército Benny Gantz, recorta terreno. Además, él tiene varias investigaciones abiertas por corrupción. Su visita a Washington, la semana que viene, en la que se podría oficializar de alguna manera la decisión de Trump, será un importante respaldo en una campaña electoral que está siendo muy difícil. En estas circunsatancias, no es de extrañar que Netanyahu calificara esta decisión, que llega tras el reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel y la reimposición de las sanciones económicas a Irán, como Histórica. Llegó a decir incluso que era un milagro de Purim, la festividad judía de carnaval, que en el judaismo tiene connotaciones religiosas y coincidió con el anuncio.